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  • alberto (05/08/2006 03:23:44)

    hola que onda soi de trujillo veo rebelde esta cañona la pagina la neta xau dew adios

  • Marivi (31/07/2006 16:46:18)

    Soy una torrecillana que salió de Torrecillas con seis años. Durante los años de mi adolescencia volví al pueblo a pasar las vacaciones de verano junto con mis padres. Después las visitas se distanciaron, y este verano al cabo de cinco años volveré a visitar mi tierra. Un saludo para todos y felicidades web.

  • olaya (27/07/2006 19:09:42)

    hacía meses que no me pasaba por aquí, sólo quería desear felices vacaciones y buen provecho de parrilladas de cordero y cochinillo, ufff... que rico. Y también quería saber quién es Fernando, un saludo desde el País Vasco, Fernando, veo que tienes muchos recuerdos debes ser quizá de la edad de mis padres, sólo quiero saber si se da la casualidad de que seas un primo de mi padre, de Barcelona.Un saludo al resto.

  • Fernando (25/07/2006 18:20:23)

    JUEGOS DE NIÑOS
    Otro recuerdo de mi niñez, son los juegos a que dedicábamos nuestro tiempo libre. Eran muchos y todos participativos. Prácticamente se desconocía el fútbol y el tenis, aunque se practicaban algunos que se asemejaban algo, cuando hicieron su aparición los primeros aparatos de radio, con la llegada de la luz eléctrica que se producía en la antigua fábrica de harinas, aunque el suministro era muy recortado de horario: Se encendía al obscurecer y se cortaba a media noche, pero aquello empezó a llenar nuestra memoria con los nombres de Bustos, Ipiña, Huete, Zarra, Gainza..... aunque nuestra idea de la práctica de tal deporte, en sí, era muy relativa al no poder verla como ocurre ahora.
    Pero lo más llamativo de los juegos de aquella época eran los útiles o juguetes que se utilizaban: Todos eran caseros o de fabricación propia.
    Empezaré por el de LOS SANTOS que se jugaba con las cartulinas de las cajas de cerillas . Había dos clases: los santos: corrientes que eran de las cajas de cerillas de treinta fósforos y las “madrastras” (que valían cinco “santos”) que procedían de las cajas de cincuenta. Se jugaba entre dos, tres o cuatro participantes y el juego consistía en dejar caer el cartoncillo desde una determinada altura marcada en la pared hasta que llegaba al suelo. Si el segundo jugador tenía la suerte de que su cartoncillo o “santo” tapara parte del que ya yacía en el suelo, ganaba y se quedaba con los dos, pero solía ocurrir que se acumularan varias de las estampitas sin rozarse y aquello contribuía a darle más emoción al tirador siguiente que, a lo mejor, conseguía que su santo tocara tres o más de los que estaban en el suelo y la ganancia era mayor al recuperar varios de un solo golpe. En este último caso, cuando la ganancia estaba casi asegurada, era el momento de utilizar la “madrasta” que al tener más superficie, tenía mas probabilidades de tapar más de los que estaban en el suelo.
    Había otro juego, no muy higiénico por cierto, que se llamaba “el moge”(con ache aspirada) que consistía en poner un determinado número de “santos” con el dibujo hacia el suelo y, siguiendo turno, intentar ponerlos boca arriba tocándolos con el dedo pulgar mojado con saliba. Algunos hacían trampa mojando el dedo en los mocos que eran más adhesivos.......

    Como aún no me habia marchado,os envío un nuevo relato que espero continuar a mi regreso, con la descripción de "A la una de la mula", El tirable, los juegos del peón, los zancos y otros que iré recordando.
    Saludos

  • Adrian Garcia (19/07/2006 22:01:10)

    Buen viaje Fernando: felices vacaciones en nuestra Torrecillas y muchas gracias por traernos tantos recuerdos de ella.

    Si fuera posible también aprovecha algún ratino para rellenar los huecos de la maleta con nuevas vivencias para reportar a la vuelta del viaje. Total, las vivencias apenas pesan, son más baratas que los regalos y las acabamos compartiendo todos y degustándolas lentamente.

    Es cierto lo de los halagos. Hacen ponerte en guardia y a la defensiva cuando se dirigen a ti, pero algunas veces no puedes evitar hacérselos a otros, porque no los consideras tales, sino pura realidad. Las críticas, aunque duelan, son siempre más constructivas y útiles.

    De paso, deberíamos convencer a alguien del Ayuntamiento o a Gregoria para que, por este mismos medio, o por correo electrónico nos pasen los programas de las fiestas y de la Semana Cultural que tanto nos demandan los que viven fuera. Garantizamos una amplia difusión y ayudaremos a que muchos puedan planificarse mejor las vacaciones para hacer coincidir los días libres con las fiestas del pueblo.

Firma en el libro de TorrecillasdelaTiesa.ORG

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