04/05/2007 16:35:22
Narciso
L A L A G U N A V I E J A .-
Hasta principio de la década de los años 1940-1950 del siglo próximo pasado, , existió en el pueblo de Torrecillas de la Tiesa (Cáceres), la que entonces se llamaba, “LAGUNA VIEJA”, situada en los terrenos que hoy ocupan parte del trazado actual de la carretera que une Aldeacentenera con Trujillo (Cáceres), en dicho lugar, con el que ocupa la Casa del Médico, Parque D. IGNACIO LORENZO LAGUARDA, la casa de D. JOSE AVILA (a) PEPE EL COJO, cuyo embalse se abastecía del agua recogida de la depresión formada al Oeste del Cerro de la Machota, procedente de la lluvia y los manantíos acuíferos del Charco de tío CRISPULO, situado al lado del Restaurante BEATRTIZ, las fuentes de SALAMANCA y EL LABRADOR, todos los que la conocimos, vimos como las mujeres lavaban ropa en la calle trasera del Restaurante “El Cordobés”, entonces regato , por donde en determinadas épocas, corría el agua limpia y clara.
El muro de contención, debió levantarse al tiempo que las primeras casas de la Alquería, que dio origen al pueblo, este servía para delimitar la balsa de agua con el terreno posterior llamado PRA0- TORO, situado en la parte opuesta al embalse de la misma, prolongación de la calle Avdª. De La Rivera, cruzando lo que hoy es la carretera; parte de la Gasolinera actual y la propiedad del citado D. JOSE AVILA.
La función primera que debió prestar al pueblo, fue abastecer de agua para el ganado, bovino, caballar, ovino y cerda, ya que este desde principio, debió ser típicamente ganadero. Aprovechando su fango o barro para le elaboración de ADOBES, que se debieron emplear en la construcción de casas, cuadras y corrales.
Cada finales de verano, cuando el agua en la misma quedaba mas reducida, los expertos, sacaba el cieno (barro), acumulado en su fondo, el que amasaban mezclándole con paja, hasta conseguir la textura deseada, para alojarlo en porciones en el BRENCAL o molde que formaba el ADOBE; por todo ello, se supone que la citada laguna, estaba ligada al pueblo, desde sus orígenes.
A la altura de la entrada a los colegios actuales, existía una NAVE, destinada a Matadero Municipal. No se por que causas y del por qué, cuando las vacas, en especial los TOROS, pasaban por sus inmediaciones, olían el suelo manchado desangre animal; se ponían nerviosos, comenzando a rebuvear (bramar), con ganas de pelea. Esta circunstancias, las aprovechábamos los niños, para ver reñir entre sí a los TOROS (todo un espectáculo), teniendo presente el verlos retirados, por que el que vencido, siempre salía de huida, sin mirar por donde pasaba, creo que todos los niños sabíamos, quien era el dueño del que toro que más podía y como se llamaba el animal, de cada uno en su época.
Otro entretenimiento de la chiquillada, era competir haber quien cruzaba la Laguna andando, o quien entraba más adentro del fondo, siempre quedábamos majados. De esta afición, guardo el recuerdo de un cicatriz en la planta del pié izquierdo, por la que me hubieron de dar tres puntos de sutura, el entonces Médico D- Ignacio Lorenzo Laguarta, como consecuencia de un corte con una SARTEN vieja hundida en el fondo, la que pisé para mí infortunio.
Pero sin duda, el juego favorito era el deslizarse por el muro, en su parte opuesta al agua, donde forma una pendiente prolongada, eligiendo un lugar determinado, por donde pasar siempre, hasta conseguir una regata, que mojábamos para facilitar el desplazamiento rápido, por donde la mayor parte de las veces, terminábamos arrastrando la culera de los pantalones mancha de barro. Esto además, solía ocurrir los domingos o festivos, con la ropa propia de esos día. La solución, si quedaba tiempo para ir a casas, limpiarnos unos a otros la culera y dejarlo secar para luego sacudirlo y disimular la mancha, que casi siempre no se borraba. Ello suponía que, al llegar a casa como la madre se diera cuenta, ya te podías prepara para recibir unos cuantos de cachetes en el culo o donde emparejaba que, siempre olvidábamos el siguiente Domingo. Cuando nos volvían a vestir con ropa de días de fiesta
La LAGUNA VIEJA. Desapareció por la necesidad de abrir la carretera actual, que une el Cordel, en su punto de enlace con la carretera Torrecillas de la Tiesa- Trujillo, y la, de Aldeacentenera, en el cruce de la entrada principal del Parque. La ampliación de la Laguna Nueva en la Dehesa Boyal, donde en principio era solo un manantío, y desde entonces los animales podían abrevar sin problemas; eliminando además, un foco permanente de infección, en forma de mosquitos y larvas, que incidían de forma considerable en la SALUD, de la población.-
En su lugar, con un muy acertado criterio, las AURTORIDADES locales del momento, construyeron el PARQUE de D. Ignacio, el más bonito y hasta la fecha cuidado de los existentes en toda la comarca de Trujillo, para envidia de los pueblos vecinos y orgullo de todos los Torrecillanos.
Torrecillas de la Tiesa, 30 de Abril de l.998.
Fdo. Narciso