Torrecillas de la Tiesa: La Web de los Torrecillanos

Prefiero dar la razón a todo el mundo que ponerme a discutir. Pero quiero dar mi punto de vista en esto de los machismos y feminismos, pese a que en alguna ocasión ya hemos tocado este tema. Y como prefiero hacer la pelota al más fuerte, no me queda más remedio que darle la razón a Carmen (Carmela me gusta más).
Hace ya muchos años que estoy convencido de que caminamos derechitos hacia el matriarcado. Cualquier mujer, medianamente inteligente, puede manejar un negocio o empresa, aupada por los hombres de su alrededor. Ya se ocupará de sonsacar los datos necesarios.
Son tan sabias y con tan buena vista que se dan cuenta enseguida que llevamos el sexo en la frente. Les basta una sonrisa un poco "maliciosa" para "llevarnos al huerto".
No quisiera que esto se interpretara como un "toma y daca", porque a la "hora de la verdad" nos consuelan con una "posible sorpresa" ¡Pero un poquito más adelante, cuando nos conozcamos mejor!. Y los hombres intentamos consolarnos rumiando nuestro fracaso, prometiédonos no volver a caer en las redes femeninas.
Seguramente alguno estará pensando que este relato lo he vivido en "propias carnes", pero ¡No!. Lo he sacado de algunas películas de las muchísimas que he visto, pero que parecen verdad "como la vida misma".
Y yo, concretamente, con una sonrisa, me derrito. Con una mirada severa de "mi alto mando", me pongo a temblar.
Lucas. Muchas gracias. También me derrito con los elogios, pero lo de los relatos de mis memorias lo estoy posponiendo para cuando regrese a Madrid y pueda estar más centrado. Porque aquí, entre idas y venidas a la Casa de la Cultura y a casa de "Churro" para lo del "dominó", se me van los días sin sentir.
A Juan quiero echarle la bronca porque desde que empezó con el trasiego de los burros, nos hemos quedados en el pueblo sin ninguno (de los de antes, de cuatro patas) y un pueblo sin burros, ni es pueblo ni es ná.
Y a Narciso, un consejo gratuito: sigue las indicaciones de tu médico a rajatabla y deja de preocuparte de políticas. No te quemes la sangre, que me han dicho, "de muy buena tinta", que perjudica seriamente la salud.